La fiesta de los toros saca su casta y se reconstruye
desde sus cenizas a partir de la bravura, su gran riqueza, que saca la
cara en el momento justo, para demostrar la grandeza del rito, su
importancia, lo necesaria que es para el mundo.
Un toro uno de Gutiérrez salió al ruedo a ofrecer la
genética acumulada de sus ancestros, a decirle a occidente, a los
estados americanos, a las Naciones Unidas, a la Alianza del Pacífico que
tiene tres países taurinos, al Tratado del Atlántico Norte que también
tiene tres, y a todas las culturas del mundo que existe una
manifestación ancestral que le permite al animal más bello e imponente
mostrar toda su majestuosidad.
Salió al ruedo galopando, reconociendo el territorio,
buscando rivales. Descubrió el capote del Juli y se repitió con brío.
Se fue como un obús hacia el caballo y tumbó el acorazado que se hundió
en el mar. Apretó banderillerosque tomaron precauciones y corrieron para
ponerse a salvo. Ante la muleta siempre fue a más. Le recordó al Juli
que era un toro diferente a los demás, que merecía al mejor Julián, que
debía torearlo mejor. El Juli lo entendió y tuvo que recurrir a toda su
técnica, a su historia, para corresponder a su importancia.
Le tuvo que dar distancia, se lo exigió el toro.
Cuando todos sabíamos que había multiplicado el tiempo de su existencia,
fue mejor, se fue arriba y persiguió con más ahínco, con toda su
virilidad. Cuando Juli le tocó el morrillo con la mano en la suerte
ficticia, el toro se sintió defraudado y persiguió al diestro cincuenta
metros planos más. El Juli lo llevó toreado hasta los chiqueros. Cuando
entendió que lo querían entrar, se volteó y se sintió traicionado porque
quería seguir combatiendo.
Los toros de la ganadería de Ernesto Gutiérrez han
sido el motivo de muchas discusiones. Por su tamaño, por la comodidad de
sus embestidas y la pequeñez de sus pitones. Porque nos niega la
posibilidad de ver a las figuritas con encastes menos confortables. Ah,
pero esta vez fue diferente. "Rotolando” fue un toro muy exigente, que
le pidió a la figura serlo, y el Juli lo hizo, hasta que pudo.
La ganadería que tiene el capital genético más
valorizado por las agenciascalificadoras del riesgo, tiene a partir de
ahora un bastión genético que irrigará su bravura y su más aceptable
fenotipo para el beneficio de todas las futuras generaciones de
aficionados, de animalistas, y para la intranquilidad de todos los
toreros que se atrevan a cruzar el Atlántico.
FICHA DEL FESTEJO
59ª Feria de la Cali. Cuarta corrida, 28 de diciembre del 2015. Clima agradable. Lleno. Se lidiaron toros de herederos de Ernesto Gutiérrez Arango,
de trapío justo pero mejor que el biotipo tradicional. El primero justo
de nobleza y transmisión, complejos y encastados segundo y cuarto. Más
claro el tercero. Menos bueno el sexto. Indultado el quinto.
Luis Bolívar estuvo mejor en su primer toro, con la
solvencia de quien está a la altura del espectáculo y de su alternante.
Le tomó algo de asco al cuarto y estuvo digno con el sexto que tuvo
dificultad motriz. El Juli alargó la embestida del primero con su
técnica y le dio gran sitio al tercero.
Julián López "el Juli": saludos, dos orejas y dos orejas simbólicas.
Luis Bolívar: dos orejas, palmas y silencio.
VIDEO RESUMEN
Publicado por: GIOVANNI, Yauri Sanchez.
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